¿Alguna vez te preguntaste quien es Ulises Bienvenidos a Eden? En este artículo te contamos un poco de su vida fuera de la actuación.
Hace cinco años, Álex Pastrana acababa de terminar su Erasmus en París y pretendía quedarse allí para trabajar como ingeniero.
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Pero, ¿cómo ha acabado convirtiéndose en uno de los actores más prometedores?
Su éxito ha sido notable: recientemente ha estrenado la película La jefa con Aitana Sánchez Gijón, está rodando la sexta temporada de Élite y pronto aparecerá en la serie multigénero de Netflix Bienvenidos a Edén, que se estrena el 6 de mayo.
Ulises Bienvenidos a Eden de Netflix
Mantuvimos una conversación con este actor nacido en Caracas, que emigró a España a la edad de un año y no tiene ningún acento rastreable.
Hablamos de la drástica pero productiva transformación de su vida al protagonizar su primer reportaje para la revista Esquire.
Afrontó su sesión fotográfica y las entrevistas con una mezcla de aprensión, excitación y profesionalidad: «No pegué ojo la noche anterior; era inconsciente, pero llegué muy ansioso. Pero me sentí relajado; fue una experiencia de debut increíble».
¿Has profundizado en dónde vienen esos nervios?
Siento que estoy entrando en un nuevo reino, increíblemente vasto y en constante evolución. Es como sumergirse en algo como Netflix, que tiene el potencial de llegar a tanta gente gracias a sus cualidades únicas. Es una oportunidad enorme que puede hacer que cualquiera se sienta abrumado.
¿Y cómo te has preparado posicionarte ante una explosión así?
No es algo que me tome a la ligera, es lo que quiero. Durante cuatro años asistí al Estudio Corazza, donde además de perfeccionar mis habilidades interpretativas, trabajé para ganarme el reconocimiento de la industria: encontrar un agente, asistir a castings… Todo eso me dio perspectiva y estuvo acompañado por el apoyo de familiares y amigos que me recordaban de dónde venía y me animaban a seguir adelante.
Mis compañeros de la escuela eran personas increíbles que me motivaban, como mi amigo Pablo Vélez, que es imparable. O Carlos González de Maricón perdido, cuya historia realmente me inspiró. Dos años por delante de nosotros estaban Eric Masip y Sergio Momo, con los que ahora trabajo en Edén.
