Ibrahim se recupera en aquella caverna con los baños de esas aguas milagrosas, sus propiedades son buenas para curar heridas con veneno.
Una vez recuperado pide que sea llevado con urgencia a su palacio, donde se encuentra nuevamente con Suleiman y especialmente con su esposa Hatice. Luego parte hacia el palacio principal para retomar sus actividades y averiguar quien fue que intentó matarlo.
Pero Sumbul se quedó con la imagen de Firial besando al gran visir. Entonces acude a Daye y le cuenta lo que vió. Ella también se sorprende mucho y en cierta forma duda que Ibrahim no tenga nada que ver con los sentimientos de Firial.
Se vienen capítulos asombrosos.