La historia del Imperio Otomano de la mano del Magnifico Sultán Suleimán, nos trae en cada capitulo sucesos inesperados y sorpresivos. En la lucha por el poder y por estar cerca de la máxima autoridad otomana, se generan intrigas y situaciones que muchas veces peligra la propia vida de estos hombres.
Un ejemplo de esto es el caso del Gran Visir Ibrahim Pasha, quien al ser ejecutado por orden del Sultán y por causa de su propia ambición y traición al imperio, aún después de su muerte sigue trayendo graves consecuencias de su conducta.
De hecho, a partir de su muerte comienza la sucesión del cargo que dejó como Gran Visir. Precisamente después de Mustafá Pasha, quien es nombrado luego es Ellias Pasha para ocupar semejante responsabilidad como mano derecha de Suleimán, sin embargo con el tiempo el imperio sufre nuevamente este pérdida por motivo de ser contagiado de una plaga que le causa la muerte.
Mientras el Sultán se siente perturbado por la muerte de su visir, ordena que se lleve a cabo los arreglos para el funeral del difunto Pasha. Al mismo tiempo la junta de Pashas definen según las costumbres otomanas si deberían o no ofrecer un funeral por motivo de su muerte debido a como la contrajo y los riesgos que conlleva para los demás.
Pero ¿quién será el nuevo Gran Visir?
Suleimán interviene para que la junta continué y el Imperio Otomano no se vea afectado adversamente por las pérdidas sufridas y el luto, por lo cual nombra finalmente como Gran Visir a Lufti Pasha quien desde hace un tiempo estaba procurando por todos los medios alcanzar este puesto pero motivado por su ambición desmedida.
No obstante, a partir de allí se pone en sus manos la posibilidad de demostrar si realmente se merece el cargo recibido por parte de la máxima autoridad, el Sultán Suleimán.
¡Sin duda alguna, se vienen capítulos imperdibles en la continuidad de esta fascinante historia del Sultán…!