Ibrahim tiene un gran afecto por las estatuas, por la filosofía y el arte del mundo entero. Es por eso, que acepta los regalos que le hacen desde Venecia, su ciudad natal, aparentemente sus orígenes cristianos lo llaman, y le gusta mucho la iconografía, por eso, en su palacio hizo pintar las paredes.
Ibrahim es criticado por el pueblo debido a estos gustos, especialmente por las estatuas que le regalo Suleiman, algo totalmente inaceptable por el islam, debido a que lo relacionan con la idolatría.
Pero poco parece importarle al gran visir, quien expone orgullosamente sus gustos, tal como las estatuas que relucen florecientes en su jardín.
No obstante, el orgullo de Ibrahim poco a poco comenzará a calar mas hondo en su ser, y eso acarreará muchos problemas, de hecho, hasta se hará una estatua propia.
Esto sin duda, quiere decir que él pretende ser igual o mas que el propio Sultán. En otras palabras, está pretendiendo ocupar su lugar.
¿Cómo reaccionará Suleiman una vez que se entere de la estatua de Ibrahim?
En el siguiente video te contamos.
http://www.dailymotion.com/video/x5s9m9a