Ibrahim comenzó una etapa en la que se cree una gran personalidad en la historia. Estar al lado del gran emperador otomano que maneja el mundo le hace pensar que él puede ser igual o superior. Ibrahim convive en un ambiente donde la avaricia por el poder es constante y donde debe luchar para mantenerlo o aumentarlo.
Recientemente llamó a un escultor para que termine de arreglar algunas estatuas que tenía en su jardín y de paso aprovecha para hacer dos estatuas mas.
Curiosamente estos bustos son para Suleiman y otra para él. Sí, el sirviente del rey que antes era un esclavo ahora es un gran visir y merece ser recordado por todos. A Ibrahim poco le importa que su religión no permita tener estatuas o ídolos y es por eso que desea tener un busto propio.
Sin embargo, a Suleiman esto no le gusta nada. De hecho, lo cita por esta cuestión y le deja bien claro las cosas. (Acá podes ver «Como reacciona Suleiman por la estatua de Ibrahim» )
Luego de esa conversación llega a su palacio y le dice a Hatice que se va y que no haga nada para impedirlo.
Pero ¿cuál es el motivo?
Ibrahim alega sentirse despreciado no solo por Suleiman sino también por Hatice. Le recuerda a ella su diferencia, que es una sultana y el tiene un origen humilde.
Es por eso que se va del palacio, se despide de sus hijos y Hatice le implora que no lo haga o que por lo menos le diga a donde va.
Ibrahim se aleja y Hatice llora desconsoladamente.
¿Qué sucederá? ¿Regresará Ibrahim?