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Donde se filmo Nazareno Cruz y el lobo ¡La última película de Favio!

Donde se filmo Nazareno Cruz y el lobo, te invitamos a informarte sobre este éxito de taquilla, todo una leyenda. No te la podes perder.

En el pasado en las provincias argentinas y especialmente en zonas rurales, se conoce la leyenda del lobizón. Es decir, el séptimo hijo varón que nace con la maldición de convertirse en bestia con la luna llena.

De hecho, se trata de una creencia muy extendida hasta la actualidad y por ello, si nace un séptimo hijo varón, por ley el padrino es el Presidente de la Nación.

Tanto es así, que en el año 1975 Leonardo Favio, basándose en este mito popular lo plasmó en una película. Se convirtió en un verdadero éxito cinematográfico y una producción destacada del cine argentino.

De que se trata Nazareno Cruz y El Lobo

La película se inspira en el drama radiofónico del mismo nombre creado por Juan Carlos Chiappe, del cual Favio era un confeso seguidor, ya que lo escuchaba junto a su hermano en su ciudad natal en Mendoza.

Donde se filmo Nazareno Cruz y el lobo

La versión cinematográfica se rodó principalmente en Santa Fe y contó con un elenco de actores en su mayoría desconocidos para esa época, a excepción de Alfredo Alcón.

La fase posterior a Juan Moreira (1973) es posiblemente la etapa más memorable en la filmografía de Favio, ya que en ella podemos encontrar una característica muy distintiva de su estilo. Su cine se basa en lo popular y construye una épica desde esa perspectiva.

En este caso, el protagonista, Nazareno Cruz, es un campesino que lleva consigo el estigma de ser el séptimo hijo varón. Se le presenta una oferta para renunciar a su condición de «lobizón» y obtener riqueza, pero al precio de perder el amor de la mujer que ama, Griselda.

Destacado actor argentino:

Quien lo tienta a renunciar a sí mismo es «el poderoso», una representación gaucha del diablo interpretada por el más destacado actor argentino de todos los tiempos, Alfredo Alcón, en lo que posiblemente sea la mejor actuación de un actor en la historia del cine nacional.

El diablo gaucho interpretado por Alcón encarna toda la maldad existente en el mundo ante un joven marcado por la tragedia de la pérdida de su padre y hermanos, así como por su condición de lobizón.

El mal se presenta como una vía de escape, una solución fácil a un problema abrumador, mientras que es el camino del amor el que salva a Nazareno de un destino aún más sombrío. Elegir el sendero del bien puede ser trágico, pero conduce a un lugar mejor.

De manera similar, Favio ha expresado que en el personaje de «el poderoso» hay alguien destinado a hacer el mal pero que sufre por esa condición. Por eso, al ver que Nazareno elige el amor en lugar de la riqueza, el diablo sabe que se encontrará con Dios. Es en ese contexto que le pide el favor de hablar con Él para dejar de ser la maldad.

Lo que representa la película:

En sí misma, la película es una tragedia para todos sus personajes, tanto para aquellos que representan el bien como para los que representan el mal.

Sin embargo, el brillante director vuelve a rescatar al personaje proveniente del pueblo más profundo. Como lo hizo también en otras películas como «Gatica, el mono» (1993) o «Juan Moreira» (1975), sus personajes pueden tener contradicciones o tropiezos, pero no traicionan su esencia.

Sin duda alguna, ninguna película expresa este concepto de manera tan clara como «Nazareno». Leonardo Favio creía en un bien que debía prevalecer ante cualquier tragedia.

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