La vida mancha final explicado, una historia dramática imperdible sobre la vida de dos hermanos. ¡No dejes de ver el desenlace final! Seguí leyendo este articulo e infórmate de todo sobre esta trama.
Juana está casada con Fito y tiene un niño llamado Jon, un camión y una deuda con el banco, y un vicio, el juego. Este le impide disfrutar de lo que tiene, porque Fito se lo juega todo.
Un día, su hermano Pedro, a quien no ve desde hace muchos años, regresa para pasar unos días con él. Y esa visita, aparentemente banal, perturbará la vida de todos y les dejará una mancha indeleble en el corazón.
Una propuesta muy interesante para ver:
Final explicado de La vida mancha
Este es el relato de una familia al borde de la desintegración. Fito (Juan Sanz) es un transportista adicto al juego que siempre pierde, y que no sabe qué hacer para vencer su ludopatía y llevar dinero a casa
Está casado con Juana (Zay Nuba), una bella administrativa que se resigna a la monotonía de su vida con una actitud apagada e inexpresiva.
Sin embargo, las deudas con el banco acechan, y se acerca el momento de tener que vender la casa. A esto se le suma la responsabilidad de su hijo menor, sin saber cómo asegurar el bienestar económico de Jon, su hijo menor.
La situación se complica:
Esta espiral negativa parece estabilizarse, o intensificarse, según en qué aspectos, cuando Fito recibe la noticia de que va a visitarle por unos días Pedro (José Coronado), su hermano mayor.
Pedro es un individuo extremadamente lacónico, del que poco o nada ha sabido Fito en varios años. Juana descubre que ha estado en el Reino Unido, que entiende de diamantes y que tiene mucho dinero.
Por su lado, Pedro es un personaje complejísimo, con el que Coronado puede hacer una interpretación comedida pero muy efectiva. Habla poco, pero dice mucho con muy pocas palabras.
Esto revela una minuciosidad exquisita en los diálogos, y un uso de los silencios que no aburre nunca, y que deja reposar en la mente del espectador la densidad de lo que se le está mostrando.
Pedro apareció para rescatarlo, lo cual despierta una gran admiración en Juana y que sirve de modelo indiscutible para la caótica vida de Fito.
Como durante su visita, «no tiene nada que hacer», hace la compra, plancha y limpia la casa, recoge a Jon del colegio y da paseos con Juana para despejarse. Fito, mientras tanto, dice haberse ido a Portugal por un encargo especial, cuando en realidad está intentando conseguir dinero mediante el juego, con nefastos resultados.
Desenlace final:
Lo sorprendente de ‘La vida mancha’ es que, a pesar de sus trivialidades, de escenas de ritmo muy calmado, siempre mantiene el interés.
No se libra de ciertos clichés y de situaciones un tanto forzadas o inverosímiles, pero su mayor acierto es que los últimos veinte minutos son impresionantes. Ya de por sí el estilo visual engancha mucho, unido a la emotividad del conjunto, pero es que el final es antológico.
Lo más esperado se adelanta, la historia de amor encubierta entre Juana y Pedro se hace, por fin, evidente.
Pedro deja atrás su reservado carácter, y tras la euforia de recuperar miles de euros en una gloriosa partida de póker, es consciente de su condición de ángel de la guarda, y se atreve a decirle la verdad a Juana.
Finalmente, las lágrimas de Pedro tras el rechazo se confunden con la lluvia desde la ventanilla del avión. Una sucesión excelente de escenas emotivas. ¡Imperdible!
La vida mancha es una película que fue sorprendentemente olvidada por los Goya, que destaca por su serenidad, resulta impresionante en todos los aspectos técnicos, y que representa sin problemas el cine español actual.
José Coronado en su actuación más destacada (junto con ‘La vida de nadie’). Esta película busca impactar con muy pocas bases argumentales, y lo logra
‘La vida mancha’ está dotada de una sensibilidad extraordinaria, aunque le falta cierta intensidad que la habría hecho perfecta.
Una película llena de ternura, que invita a la reflexión, y que se encuentra entre las mejores del cine patrio de los últimos años.